En el año 1913 se fundaron las dos entidades socioculturales y políticas: el Centre Independent y la Unió Republicana, las cuales, de forma indirecta, propiciaron seis años más tarde que en el 1919 se constituyesen en nuestro pueblo dos sindicatos agrícolas: Arbeca Nova y la Oliva Arbequina.
El 12 de enero de 1919 se creó el Sindicato Arbeca Nova, que presidió el señor Joaquín Vila Caminos (Quimet del Gato). Este Sindicato compró a la familia Argilés, el molino del Patou, que era el antiguo molino viejo de los Duques, ya que esta família ya disponía del molino de cal Gras, junto a su casa (actualmente cedido al Ayuntamiento y convertido en Museo). El Sindicato ARBECA NOVA disponía de un molino con dos prensas hidráulicas y dos rodillos cilíndricos, tenía un café y una sala cultural
El día 16 de marzo de 1919, se celebró la Asamblea fundacional del Sindicato Agrícola La Oliva Arbequina con 107 socios. Fue presidente el señor Josep Orrit (de cal Orrit) y secretario el señor Jaume Paz Verdés (de cal Bardem). La entidad construyó un nuevo molino de aceite bajo el proyecto de César Martinell. Costó 155.000 pesetas, que se amortizaron en 12 años. El molino disponía de tres prensas hidráulicas, tres rodillos cónicos y dos cilíndricos. Este molino molía unas 22.500 quarteras de aceitunas anuales (1.100.000 kg aproximadamente). Muy pronto puso en funcionamiento, también, una sección de abonos, una caja rural y adquirió un tractor y una segadora atadora. Durante los años treinta construyó un nuevo edificio para recoger la vendimia y elaborar vino.
Se produjo un cambio radical en la tecnología de la fabricación del aceite, primero con la llegada del vapor y después de la electricidad. Las antiguas prensas de madera y los molinos movidos por tracción animal dieron paso a las prensas hidráulicas y los molinos movidos por motores.
En nuestro pueblo a los inicios del siglo XX había 10 molinos de aceite particulares y para muchos se hacía pesado hacer este cambio tecnológico; esto facilitó que la mayoría de ellos también se hicieran socios de uno de los dos sindicatos.
En 1932 la caja rural tenía unos depósitos de 478.000 pesetas, que se destinaban a créditos a los socios y en las secciones del mismo Sindicato.
Durante la Guerra Civil fue gestionado conjuntamente con el Sindicato Oliva Arbequina. Terminada la guerra, recuperó su entidad y fue presidida por el señor José de Río Esqué (de cal Notari) hasta que la Ley de cooperativas agrarias de 1942 obligó a la fusión de las cooperativas en los pueblos pequeños, lo que se produjo en 1943. En aquel momento este sindicato tenía 170 socios.
En 1952 se construyeron unas tinas para meter el vino y también se puso una báscula exterior para pesar los carros y tractores. Durante los años 60, con la efervescencia de la ganadería y la avicultura, se instaló un molino para piensos. Más adelante, cuando el comercio de los cereales se liberalizó y desapareció el Servicio Nacional del Trigo, se compraron las eras vecinas y se construyó un secador de maíz y unos silos para almacenar toda clase de cereales. También se construyó un nuevo almacén para la seleccionadora de semillas.
A inicios de los años 80 se cambió la tecnología de fabricación del aceite en comprar una prensa continua, que dejó obsoletas las hidráulicas.
A mediados de los años 80, en una operación coordinada con el Ayuntamiento, se compró la fábrica de tocadiscos Bettor-Dual para situar la nueva Cooperativa Frutera, que se creó en 1984.
Durante los años 90, se procedió a la permuta de parte del solar que la Cooperativa disponía al pie del cerro del Castillo y al lado del parque del cementerio viejo por el antiguo cuartel de la Guardia Civil, propiedad del Ayuntamiento. Ese mismo año se creó una empresa mixta con el Ayuntamiento, al 50%, para construir una gasolinera y un lavadero de coches además de otros servicios agrícolas y comerciales, como la Agrotienda.
En 2009, mediante una fusión, la Cooperativa de los Omellons y la Cooperativa Frutera de Arbeca se integran a la Arbequina.
Ese mismo año se crea la empresa Olearigues, que construye un nuevo molino de aceite de gran capacidad en los terrenos de la antigua Cooperativa Frutera, ahora ya propiedad de la Arbequina. Nuestra Cooperativa aportó el 51% del capital y Actel 49%. Actualmente se está en fase de negociación con Actel para comprarle las acciones; de este modo, la propiedad de estas instalaciones pasarían a ser, en su totalidad, de la Cooperativa Arbequina.
En 2018, mediante un nuevo proceso de fusión, Frutos Secos Arbeca se integra a nuestra Cooperativa y, ese mismo año, se procede a la compra del 50% de las acciones de Suministros Arbeca, en manos del Ayuntamiento, y esta empresa pasa, también, a ser propiedad de Arbequina i Secció de Crèdit SCCL.
Celebración del centenario de la Cooperativa Arbequina. El 18 de mayo de 2019, la Cooperativa de Arbeca conmemoró sus 100 años de historia.
Con motivo de este centenario se celebró una jornada con diferentes actos presididos por el Honorable Sr. Damià Calvet, consejero del Territorio y Sostenibilidad de la Generalidad de Cataluña.
El acto de bienvenida, de la mano del presidente de Arbequina, fue el inicio de los actos organizados por esta conmemoración tan especial, que reunió a cerca de unas 500 personas entre socios y representantes de cooperativas e instituciones. La jornada continuó con una ponencia sobre el cooperativismo, la inauguración de la exposición de fotografías históricas de la cooperativa, completada por dos sesiones de teatro y el vermut que se ofreció a todos los asistentes en el patio interior de la Agrotienda de Arbeca.
La conmemoración culminó con una comida de hermandad en la almazara de la cooperativa, durante la cual el presidente agradeció a los asistentes su compañía y la dedicación y esfuerzo de los trabajadores de la cooperativa por toda la organización.
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